No es nuevo, pero sigue vigente. Cat Platoon, el proyecto en conjunto en el que concurren las soledades de Iseo y Dodosound salió a la luz el año pasado, pero no pasa nada por no dar la novedad al instante reciente, intentando a veces casi antes de que acontezca, sino que a veces es bueno dejar las cosas reposar y evaluarlas con el condicionante último de las percepciones: el tiempo.
Con miedo a que la categorización nuble una visión más completa y teniendo en cuenta que Frank Zappa decía que escribir sobre música es como bailar arquitectura; la música de Iseo & Dodosound, como si fuera un arco de medio punto, baila sobre ritmos reggae de los 80, como si fueran la luz del arco; la clave sería la mezcla de la voz de Iseo con las maquinitas de Dodosound y las dovelas serían un toque chill out, algunos toques jazzistícos, cierta actitud hip hop o dancehall según retumbe y el toque que le da cada colaborador.
La música del grupo navarro es una apuesta interesante para un día de playa, un bar de copas o uno de estos nuevos festivales alternativos, que de nuevos tienen poco, y de alternativo menos, pero que albergan una juventud inconformista o al menos que intenta ser dueña de sí misma.
En Cat Platoon, el pelotón de gatos, son dueños de sí mismos. A veces es difícil, el reggae es una música que tiene unas raíces muy profundas. Y como toda música con una personalidad tan propia, aquellos que la hacen y no se atienen a un estereotipo visual así que como aquellos que la hacen y se agarran demasiado al estereotipo, generan desconfianza; los primeros por la posibilidad de que no sean auténticos, los segundos por si ese exceso de autenticidad está ahí para ocultar alguna carencia. Pero aunque no se casen con ningún estereotipo, logran conseguir la autenticidad llevándola a la mezcla, a la evolución, fusionando un reggae electrónico y minimalista con texturas de poco contraste pero gran significado, y además sin abandonar del todo el mensaje, algo que el reggae no puede dejar si quiere seguir siendo reggae.
Dodosound aprovecha al máximo las nuevas tecnologías mientras que Iseo es la voz de lo nuevo, dulce, que acaricia el pelo mientras cierras los ojos. Entonces sientes lo que unos llamaron “el duende”, otros “el flow” y aquí se llama “la vibra” y vibra, “the vibe”, de manera pura.
Texto: Diego Rodriguez Veiga (@diegoricks)