“…Porque este mundo, el de la música, es así: pintoresco, mágico y ridículo. Aquí suceden las cosas más maravillosas y las más grandes injusticias; aquí hay genios que van pidiendo calderilla para un bocata de lomo y piltrafillas de talento dudoso salvados por su picardía. Obreros despistados, profesores deprimidos, oportunistas sonrientes, psicópatas del ritmo, nazis del estilo, adolescentes de 40 y, sobre todo, mucho vicioso sin remedio haciendo cola en el retrete. Aquí os contaré historias de músicos y de grupis, de empresarios de la noche, de acoplados de camerino y camellos a pie de escenario… En definitiva: mis historias. Algunas reales y otras ficticias. Pero eso vosotros nunca lo sabréis, ¿verdad?”