[su_heading size=»19″ margin=»0″]»A Picadillo la lideran dos artistas con talante de sobra para encararse a públicos más amplios y con buenas canciones que interpretar, teniendo madera, cada uno en su estilo, para hacer cómplices de su música a los futuros fans de la ecléctica banda «[/su_heading]
Este pasado Sábado tocaron los Picadillo en el Café Berlín de Madrid. No conocía el proyecto así que me documenté en la red para saber lo que me iba a encontrar esa noche en la actuación. La cara más visible de la banda la forman Rey Rodriguez y Sol Ruíz, cantantes e instrumentistas naturales de Cuba pero que crearon la banda en nuestra capital. El nombre proviene de la idea de fusionar varios estilos y hacer un conglomerado con fuerte base latina pero rozando el blues, el boogaloo y la música sureña de Norteamérica, entre otros estilos.
La cosa sonaba bien y así se confirmó en los primeros compases del concierto, en el que no tardaron en hacer que el público prestara atención y en poner en la segunda canción a casi toda la sala a bailar. Se notó algún descuadre en la sección instrumental en los primeros minutos, pero se podría achacar al tiempo que tardan los músicos habitualmente en acoplarse bien entre ellos, por estar fríos, por no escucharse bien aún… Abrieron con Las cosas de la vida, que me sorprendió por su aire a clásico, a tema atemporal. Eso me hizo pensar que me esperaban buenas composiciones y me dispuse a dejarme llevar en el viaje sonoro que proponían.
Según avanzó el concierto pude constatar que definitivamente las canciones estaban muy bien escritas y arregladas, pero, en contraste, el directo en algunas ocasiones no llegaba a poder defenderlas como se merecían.
Esto puede deberse a la naturaleza sin domicilio fijo del proyecto, que haga que la formación base no sea fija y algunos músicos participen sólo localmente, según el emplazamiento del concierto que toque en la gira que están presentando. Una pena, pero comprensible en una formación aún joven que necesita de ese «modus operandi» para poder moverse y darse a conocer y ése es el punto en el que están ahora mismo los Picadillo.
Tanto Rey como Sol, que en muchos momentos se echa a sus espaldas la responsabilidad de mantener partícipe y activo al público, defendieron muy dignamente su repertorio a pesar de los contras antes mencionados y llegando a momentos de muy buena energía y solidez, sobre todo en los pasajes más latin.
Dos artistas con talante de sobra para encararse a públicos más amplios y con buenas canciones que interpretar, teniendo madera, cada uno en su estilo, para hacer cómplices de su música a los futuros fans de la ecléctica banda. La fusión practicada desde hace tiempo por bandas que han llegado ya al circuito mainstream allana el terreno para que este grupo pueda fácilmente abrirse paso y enseñar su propuesta, que si sigue en esta dirección promete muy buenos resultados.
Recomendable no perderles de vista para lo que puedan seguir haciendo.
Texto: Arturo Jiménez Calvo / Imágenes: Iván lionel